Despiden a fiscal que condenó a prisión por narcotráfico a Tony Hernández

El fiscal neoyorkino, Emil Bove, fue destituido como co-jefe de la unidad de terrorismo y narcóticos internacionales del Distrito Sur de Nueva York, por el mal manejo de pruebas en el caso de un empresario iraní acusado de violar las medidas coercitivas aplicadas por Estados Unidos contra Irán.

El funcionario judicial es el mismo que condenó a prisión por narcotráfico al hermano del presidente de Honduras, el exdiputado Juan Antonio Hernández y que también acusó sin pruebas al presidente de Venezuela, Nicolás Maduro de tener vínculos con el narcotráfico en el país norteamericano.

La nota emitida por el Departamento de Justicia de los Estados Unidos este miércoles y replicada en las últimas horas por el periodista de The Associated Press (AP), Joshua Goodman y otros miembros de prensa dice lo siguiente:

“El Gobierno solicita respetuosamente que Su Señoría ordene al Secretario del Tribunal que dé por terminada la comparecencia del infrascrito Abogado del Estado en este expediente. El abajo firmante ya no será empleado de la Oficina del Fiscal del Estado a partir del 30 de diciembre de 2021. Respetuosamente enviado”.

El escándalo de los fiscales federales de Nueva York comenzó en febrero pasado, cuando la jueza del distrito de los Estados Unidos (EE.UU.), comprobó que habían hecho un intento deliberado por “ocultar la verdad” e intentaron enterrar un documento clave que pudo haber ayudado a la defensa al banquero iraní, Ali Sadr Hashedi Nejad.

Las vergonzosas revelaciones sobre lo que muchas consideran la principal oficina de investigación criminal de Estados Unidos estaban contenidas en docenas mensajes de texto privados, transcripciones y correspondencias reveladas posteriormente a solicitud de AP.

Los errores fueron tan graves que incluso después de obtener una condena, los fiscales retiraron todos los cargos contra Sadr.

Todo gira en torno a la aparición de un registro bancario que la fiscal de línea, la fiscal federal adjunta Jane Kim, quería presentar como prueba. Pero se percataron que no lo habían compartido con los abogados de Sadr.

Kim inicialmente sugirió entregarlo a la defensa pero su colega, la fiscal federal adjunta Stephanie Lake recomendó esperar para entregarlo con algunos otros documentos.

Sin embargo, los abogados de Sadr lo identificaron como nuevo en una hora y se quejaron ante los fiscales diciendo que el documento, una carta de Commerzbank a la oficina del Departamento del Tesoro de Estados Unidos (EE.UU.) encargada de hacer cumplir las sanciones, les habría ayudado en su defensa.

Los fiscales inventaron una excusa y les dijeron a los abogados que pensaron que el documento se había entregado previamente.

Los supervisores a cargo eran Emil Bove y Shawn Crowly, quienes en un intercambio de mensajes, develados posteriormente reconocieron que la excusa inicial que los abogados litigantes le habían dado a la defensa de Sadr era una “rotunda mentira”.