Madre que iba rumbo a EEUU se regresa a buscar a su hijo desparecido y lo encontró muerto

Tegucigalpa- la hondureña Maritza Servellón había emprendido viaje rumbo a Estados Unidos para buscar el deseado «sueño americano», pero cuando iba en camino, tuvo que regresarse a territorio hondureño, ya que un familiar le llamó y le informó que su hijo estaba desaparecido.

La madre, emprendió el viaje de regreso a Honduras para buscar a su hijo Emerson Ricardo López Servellón de 25 años de edad.

Maritza llegó ayer a Honduras con la esperanza de encontrar a Emerson con vida.

Tras su arribo a la capital de la República, Maritza emprendió la búsqueda de su hijo.

Visitó postas policiales, el Hospital Escuela, y por último, la Morgue, donde finalmente encontró a su hijo.

Emerson López, ingresó a la Morgue en la madrugada del 15 de septiembre del año en curso, con tipo de muerte violenta y en calidad de desconocido, luego de ser encontrado en la vía pública de la colonia Suyapa de Tegucigalpa.

Emerson trabajaba en un Car Wash de la colonia San Miguel y sobre su muerte las autoridades no tienen muchos detalles.

«Yo volví porque me avisaron, porque como yo aquí he andado buscando trabajo y la verdad que no había encontrado trabajo, porque nosotros alquilamos», dijo la madre de Emerson.

«Yo le dije a Emerson: Emerson yo me voy y Dios primero que pueda pasar para conseguir un trabajo y Dios primero, pueda tener nuestra casa», añadió.

«Cuando me avisaron yo como pude me vine, a puro ‘jalón’, pero como pude yo llegué», agregó.

Maritza relata, que cuando ella llegó a territorio hondureño, fue a interponer una denuncia a la posta policial, lugar donde le dijeron que su hijo no estaba detenido, y le recomendaron buscarlo en el Hospital y en la Morgue.

Tan solo minutos después de haber visitado la el Hospital Escuela, doña Maritza recibía la noticia que su hijo estaba en uno de los congeladores de la Morgue.

La noticia que su hijo estaba sin vida, confundió a la desconsolada madre, quien salió «corriendo» de las instalaciones de la Morgue, gritando el nombre de su hijo, como con la esperanza de que lo que estaba viviendo se trataba de un sueño y que su hijo estaba vivo.

Este caso es un claro reflejo de la campante violencia que arrebata la vida de los hondureños y principalmente de los jóvenes.